"Gracias y perdón" pronunciaron tus labios una vez más, siendo también la escusa para arribar a mi puerta.
"Gracias por todo y perdón, yo estaba mal", palabras que escuché en ocaciones pasadas, pero esta vez acompañadas de lagrimas que al principio te rehusabas a soltar, pero luego sedieron dándole un tono veraz a tu discurso.
"Tranquilo, no te creo un moustro", te respondi; "entiendo que sos un humano".
Luego de unos minutos, y en un plan que desconozco, agregaste a tu monólogo las siguientes balas de plomo: "sos perfecta así como sos, que nadie te diga lo contrario, vos segui así que así estás bien, no cambies nunca " , un par de reiteradas disculpas más tarde: " todo lo que planeo y proyecto con esta persona, con la que estoy, me hubiese gustado vivirlo con vos".
No me di cuenta en ese momento que las balas impactaron en mi cuerpo y solo atine a responderte "y bueno, así es la vida".
A las heridas las vi al dia siguiente, el plomo no solo me envenenó el corazón sino que hizo mi alma pesada, y se me fue imposible levantarme de la cama.
No entendía realmente cuál era tu intención al aparecer de la nada luego de tanto tiempo.
Llovió tres días de este lado de los hechos y me inunde de dudas que jamás seran aclaradas, aun así solo me console con la frase "la distancia es parte de crecer".
Que ilusa suelo ser.
Pero fuerte me se, aprendí a ser firme.
Al cuarto día entendí que seguis siendo aquel humano errático de hace años. Y llegué a la conclusión que en mi vida solo fuiste,sos y vas a ser un tirador con buena puntería, que al disparar, no le importa como me siento y cuya razón aún desconozco.
Fue así que deduci que aquellas lágrimas de impotencia solo evidencian lo cobarde que fuiste por que nunca confiaste en un nosotros, por que nos mataste antes de darnos una chance. Antes de darme una chance, pues aunque estuve ahí, aunque me esforcé por merecer estar ahí a tu lado, me empujaste fuera de tu vida, aún sabiendo que vos eras parte irremplazable de la mía.
Me sentenciaste, soltaste mi mano cuando crecí y quise perseguir un sueño en el cual vos estabas incluido y claramente no quisiste ser parte.
De ese modo me tocó naufragar.
Pero fuerte me se, y en ese después aprendí a ser firme.
No volví y vos nunca me buscaste.
Yo segui adelante con mi decicion aún sin haber encontrado tierra firme.
Pero vos, vos volviste después de años, con la novia, el perro, la casa,tus planes y proyectos, con toda tu vida a cuestas.
Entonces es que entendí que quellas disculpas eran la voz del dolor y la culpa que te causó y que aún te causa el haberme dejado ir siendo conciente que me amaste y que te amaba, pero no te animaste.